Una breve historia sobre mi operación de anginas
De pequeño tenía constantemente anginas. Mis padres, abuelos, tíos, todos me decían cuando me dolía la garganta que «tenía anginas». Lo cierto es que se me ponían rojas e inflamadas como el culo de un mandril. Perdón por la grosería, pero es lo primero que me he imaginado, para qué te voy a decir otra cosa.
La cuestión es que el tema era tan recurrente que los doctores decidieron extirpármelas. Siip, si no eres boomer esto te sonará un poco salvaje, lo sé. Ahora la medicina ha evolucionado mucho y desde luego, que yo sepa, que de medicina no es que sepa mucho, ya no se quitan. Hay otras formas de solucionar el problema. La ciencia, que avanza una barbaridad.
Pero por aquel entonces, corrían los años 70, era lo «normal». Supongo que pensarían que «muerto el perro, se acabó la rabia». ¡Y lo cierto es que funcionó! No se me volvieron a poner como el culo de un mandril (¡Huy, lo he dicho otra vez, lo siento!), simplemente porque ya no las tenía. Obvio.
También me acuerdo de la especie de tenazas que utilizaron para quitármelas a bocajarro, sin anestesia ni ná. ¡Qué dolor! Y para calmarlo unos cubitos de hielo para chupar e insensibilizar algo la zona. Total, éramos boomers y lo aguantábamos todo.
Aunque era bastante pequeño, recuerdo detalles del sitio donde me las quitaron, hacía calor, las ventanas abiertas de par en par, de climatización ni hablemos. Vamos, igualito que las salas blancas de ahora, con ambiente controlado, sin acceso directo al exterior, sobrepresionadas y con filtros HEPA de alta eficacia para que no entre ni un microbio. Ja, ja, ja, sólo de pensarlo me parto. ¡Cómo han cambiado las cosas!
Tener un ambiente controlado en el sector salud se ha convertido en una necesidad básica. Acontecimientos como una pandemia mundial, nos hicieron tomar consciencia de la importancia de la calidad del aire que respiramos. En un lugar donde precisamente vamos las personas cuando estamos enfermas, nos exponemos a contagios por transmisión de aerosoles con cargas microbianas muy elevadas. ¡Dos por uno! Entras con una enfermedad y puedes salir con dos.
Pero el problema no es sólo para los pacientes. Los sanitarios corren un alto riesgo de contagio por su continua exposición a estos aerosoles, lo que provoca un descenso de rendimiento, malestar y en muchos casos bajas que producen un importante absentismo en este sector.
Si tu negocio es una clínica hospitalaria, clínica dental, centro de salud, consulta médica o un centro de rehabilitación, entre otros, y te preocupa tener una óptima climatización y calidad de aire interior de tu centro, desde Grupo Innotec te podemos ayudar a conseguirlo. Sigue leyendo…







Beneficios de una buena Calidad de Aire Interior en sector Salud

Beneficios para los pacientes

Salud para los pacientes
Un aire de calidad reduce el riesgo de transmisión de enfermedades vía aerosoles. Especialmente importante en pacientes inmunodeprimidos.
Además evita otros efectos como afecciones respiratorias, alergias u otros problemas que pueden retrasar la recuperación de los mismos.

Beneficios para el centro

Mejora de imagen y reputación
Una calidad de aire cuidada afecta positivamente a la percepción de los pacientes y familiares, lo que sin duda aumentará su reputación e imagen de marca.

Beneficios para personal auxiliar y sanitario

Mayor productividad y satisfacción laboral
Respirar un aire limpio y trabajar en un entorno saludable se traduce en una mayor concentración, un mejor desempeño y una mayor satisfacción del personal que desarrolla tareas en el centro.

Reducción del absentismo laboral
Un aire purificado mediante sistemas de filtración y desinfección permite evitar los contagios por aerosoles, o al menos reducirlos drásticamente, lo que a su vez se traduce en una reducción del absentismo laboral.
La importancia del mantenimiento de los sistemas de climatización

Obligaciones de mantenimiento para sector sanitario
En nuestra actividad diaria comprobamos con demasiada frecuencia que no se cumplen los
requisitos legales para realizar el mantenimiento indicados en el RD 1027/2007 (Reglamento de Instalaciones Térmicas):
La Instrucción Técnica IT 3.3 especifica que los sistemas de climatización en edificios no residenciales están sujetos a estas exigencias de mantenimiento:
- Para potencias inferiores a 12 kW deberá ser como mínimo cada dos años.
- Para más de 12 kW hasta 70 kW tienen la obligación de realizar como mínimo un mantenimiento anual.” Nuestra recomendación es hacer 2 mantenimientos previos a épocas estival e invernal.
- Para instalaciones que suman una potencia superior a 70 kW el titular del edificio tiene la obligatoriedad de:
* Contratar su mantenimiento con una empresa habilitada.
* La frecuencia del mantenimiento debe ser mensual.
Adicionalmente, el Artículo 25 del mismo Real Decreto indica que el titular de la instalación será responsable de que el mantenimiento de la instalación térmica sea realizado por parte de una empresa habilitada.
Las necesidades de mantenimiento en un centro del sector Salud van a variar en función de la potencia instalada. No es lo mismo una clínica o centro hospitalario, donde se deberá hacer una revisión mensual al sobrepasar los 70 kW de potencia instalada que una clínica veterinaria o pequeño centro donde recomendamos hacer 4 revisiones al año (una trimestral), dado que las características de sus pacientes, en muchos casos inmunodeprimidos, exigen que los filtros estén en perfecto estado, disfrutando de un aire libre ácaros y microorganismos. En estos sitios recomendamos la instalación de algún sistema de desinfección del aire, como luz ultravioleta o filtros electrostáticos que eliminan la carga microbiana.